martes, 8 de diciembre de 2015

Jesús de Nazaret como "chivo expiatorio" ( 1 )

Jesús de Nazaret como "chivo expiatorio"

"La idea de Jesús como chivo expiatorio 
que acepta la muerte violenta 
al saberse la víctima propiciatoria 
que permitirá la reconciliación entre Dios y la humanidad, 
tiene implícita una enseñanza: 
tan buena es la violencia, que hasta Dios la usa."

Hilos sueltos relacionados en los blogs:
0. La NOVIOLENCIA como acetaminofén: ( 1 )( 2 ),
1. "Jesús y la violencia" de Jorge Paez Bravo S.J.

Las palabras de este epígrafe se encuentran en uno de los textos del curso gratuito de la Universidad Minuto de Dios en la plataforma Miriadax denominado, "Paz y noviolencia", en su modulo 3, lectura tema 1.

Traigo el contexto de estas palabras, con el fin de ir analizándolas, poco a poco...
"Es fundamental deconstruir la legitimación de la violencia que se esconde detrás de los héroes y los mártires, porque ellos terminan convirtiéndose en símbolos que nos hablan sobre causas por las que vale la pena morir, y que las sociedades humanas convierten en razones por las que vale la pena matar. La idea de Jesús como chivo expiatorio que acepta la muerte violenta al saberse la víctima propiciatoria que permitirá la reconciliación entre Dios y la humanidad, tiene implícita una enseñanza: tan buena es la violencia, que hasta Dios la usa. De hecho, todavía se repite en la liturgia de las religiones de inspiración cristiana que por amor al mundo Dios entregó a su hijo para que redimiera nuestros pecados en la cruz. El mensaje implícito es claro: la violencia salva. De hecho, cuando un creyente ve una cruz, piensa en la salvación.
Consideramos que es fanatismo religioso cuando un musulmán decide autoinmolarse por una causa que considera buena y justa, porque ello lo llevará directamente al cielo; pero nos parece que es otra cosa cuando hablamos de nuestros héroes como aquellos que están dispuestos a morir por la patria, por defender nuestra civilización, y los ponemos como ejemplo máximo de entrega y sacrificio a los que hay que imitar. ¿Por qué es fundamentalismo lo primero y no lo segundo? Jesús no se entregó. La historia que se cuenta lo niega. En realidad, tuvieron que chantajear a uno de sus amigos para poder encontrarlo, porque estaba escondido. Por otro lado, sus palabras en la cruz que reclaman a Dios por su abandono, no se corresponden con quien ya sabía que esa era su misión. Esta teología ha convertido la forma en que murió Jesús en el centro de su reflexión, y poniendo en segundo lugar de importancia la forma como vivió, que es donde se encuentra la esencia de su mensaje. Sí es cierto que no se rebeló contra la violencia, que no respondió al mal con mal, que pretendió con su método desconcertar a quienes lo agredieron, que asumió las consecuencias de sus actos al cuestionar profundamente la cultura de su tiempo… lo que no significa querer ni buscar la muerte a través del martirio. A Jesús, en consecuencia, lo mataron; él no se entregó a la muerte.
En sociedades en las que aún son muy importantes las sacralizaciones, a pesar del camino andado por las miradas seculares, es fundamental deconstruir este tipo de símbolos, elaborando reflexiones desde la vida y no desde la muerte."